Acaso, M. (2009). La educación artística no son manualidades: Nuevas prácticas en la enseñanza de las artes y la cultura visual. Madrid: Los libros de Catarata.nda |
El
título de este libro inspira a leerlo ya que te puedes hacer una idea del
contenido del mismo. Lo que no sabía es que iba a indagar tan a fondo en el
sistema educativo y en el currículum escolar, visto desde las artes plásticas,
pero tocando todos los ámbitos.
Ojeando
el índice y haciendo una lectura rápida, me dí cuenta que había dos capítulos
muy interesantes: “Manualidades expresivas, propuestas para antes del derrumbe”
y “bases del currículum-placenta”. Al profundizar en esto dos capítulos he
adquirido nociones de cómo se ha ido construyendo con el tiempo el modelo de
currículum que tenemos y reflexionar sobre ello a través de la comparación con
mis prácticas actuales y las que he ido realizando a través de toda la carrera.
La
primera reflexión que me planteaba es que estoy haciendo prácticas en un
colegio tradicional pero con un docente innovador, esos términos aparecen una y
otra vez a lo largo de la carrera, y es que se plantea una necesidad de romper
con teorías y modelos antiguos, que servían en una época que no es la que
vivimos ahora. O como bien señala la autora, “no se pueden estar utilizando hoy
sistemas diseñados para antes, por lo que hay que diseñar y utilizar sistemas
diseñados para ahora” (Acaso, 2009; 92).
Pero,
a su vez, en cada modelo que plantea la autora veo elementos positivos de
modelos antiguos que se han extinguido por darle prioridad a formar masas
homogéneas, todas iguales, cuyo objetivo es ir a trabajar y sacar adelante la
producción.
Acabada
la Segunda Guerra Mundial, las artes plásticas formaban parte de las
asignaturas que no se consideraba que sirvieran para nada, puesto que no tenía
ninguna utilidad para la producción industrial. En aquel entonces, el alumno/a debía
crear con libertad: “se considera perjudicial mostrar en clase arte creado por
cualquier otro autor y lo único que se fomentan son las técnicas que
posibilitan esta liberación sentimental”. (Acaso, 2009: 94). A pesar de la mala
consideración que se tenía por esta materia, el hecho de dar libertad al alumno
es un aspecto muy positivo para desarrollar habilidades creativas.
Además,
el papel del docente no era como instructor sino como guía. “El profesor de
plástica no tiene por qué saber mucho sobre el mundo de las artes visuales,
sino saber estimular a sus alumnos y alumnas para que s expresen y desarrollen
su creatividad, para desarrollar los usos terapéuticos de la actividad creativa
en las artes” (Efland, 2002:344 en Acaso, 2009:94). A mi parecer, esto puede
ser bueno y malo a la vez, porque un docente es mejor guía si sabe del tema,
aunque fomente la creatividad del alumnado.
A lo
largo de mis prácticas he observado que precisamente los docentes más
innovadores, como el actual, son los que más nociones tienen sobre las materias.
Son capaces de guiar a su alumnado sin imposiciones y con la suficiente
imaginación y espontaneidad como para encauzar sus clases en cada momento. Sin
embargo, los más tradicionales, se han ceñido al libro de texto de tal modo que
da la impresión que sin el libro no sabrían dar sus clases, se muestran
carentes de conocimientos, aunque sí los tengan.
En este
primer modelo, el de Lowenfeld, se pretendía la ausencia de lo curricular, al
contrario que en el resto de asignaturas, pero llegó un segundo modelo en el
que se optaba por la Disciplina para estructurar el pensamiento. Se le daba más
preocupación por los procesos y metodologías encaminadas a la producción, que
al aprendizaje en sí.
Esto
es más parecido a lo que observamos hoy día, como el alumnado tiene un libro de
artes plásticas que hace de guía y copia línea a línea, trazo a trazo, un
dibujo que se le impone. Además, todos los alumnos y alumnas tienen el mismo
libro y el mismo dibujo, ni siquiera se le dan alternativas para elegir, es
igual para todos y todas. A continuación, algunos ejemplos del alumnado en sus clases de artes plásticas:
Dibujo realizado por el alumnado de 1º Primaria. |
Dibujo realizado por el alumnado de 1º Primaria. |
Dibujo realizado por el alumnado de 1º Primaria. |
A
finales de los 80 y principio de los 90 se articula la EACD en la que se
estructuran las enseñanzas artísticas con unidades didácticas, como cualquier
otra materia. No se propone despertar el espíritu crítico sino “criticar” el
arte, análisis iconográfico y análisis superficial. Es más parecido a lo que en
secundaria se viene haciendo en historia del arte o asignaturas similares,
analizar obras.
Un
aspecto positivo y un avance, en métodos posteriores, es el llamado “Currículum
multicultural”, con el que se le da las mismas oportunidades a todos los
alumnos y alumnas. Hoy día se ha luchado mucho para que el sistema educativo
sea inclusivo y se atienda a todos los alumnos y alumnas sea cuales sean sus
necesidades, por tanto me parece muy curioso que este planteamiento surja en el
siglo XX, cuando hoy día aún se está luchando por conseguirlo. En este caso, lo
que se pretende con este tipo de currículum es formar pensadores críticos con
el sistema social.
Otro
avance que he visto significativo, para la educación de calidad que hoy día solicitamos,
es el que se inició con el curriculum reformista y reconstructivista, ya que
con ellos empieza a reconocerse que las enseñanzas artísticas no deben ir
dirigidas exclusivamente a la producción. Anteriormente he señalado que no
estaba de acuerdo con esto, ya que debemos dejar que el alumno/a desarrolle su
propia personalidad.
En
mis prácticas he observado que cuando el alumnado trabaja en equipo y se ayuda,
construyen conocimiento y, además, van formando su personalidad. Si se les da
protagonismo y espacios de intervención, son más autónomos. He podido observar
como cuando trabajan en grupo se ayudan unos a otros, y como aprenden de los
demás. Al contrario, en años anteriores, en colegios más rígidos y
tradicionales, tenía la impresión de que se esperaba lo mismo de todos y cada
uno de los alumnos, sin detenerse ante las necesidades de cada uno/a. Hay que
tener en cuenta que cada persona va desarrollando ciertas habilidades y
destrezas a lo largo de su vida, unas mejores que otras, por eso Gardner habla
de las inteligencias múltiples. En este texto también se hace referencia a este
autor, y su modelo curricular.
La
Teoría de Gardner (1998) indica que un currículum educativo en cualquier parte del
mundo debería basarse en tres disciplinas: científicas, artísticas y
filosóficas, y no centrarse exclusivamente en lo científico.
Pero
volvemos a lo expuesto anteriormente, no todo vale para todos los niños y
niñas. Y aquí entra en juego el contexto, y es que el entorno de cada alumno/a
forma parte de su proceso de aprendizaje. El problema es que el sistema
educativo establece un currículum único, sin atender a la diversidad ni al
contexto de cada centro escolar.
Al
final se logran “borregos” sociales, con ese tipo de modelos que pretende que
todos los alumnos aprendan de forma homogénea. Se pretende que el alumnado no
sea crítico y se deje influenciar, que sean un factor de producción y nada más,
pero no debería ser así. El objetivo es “Convertir
en observadores autosuficientes a los observadores nóveles”. (Acaso, 2009:109).
Porque como bien señala la autora, del otro modo lo que se llega es al
conocimiento que el educador quiere que llegue y no al suyo propio, al de cada
estudiante. Por tanto ella misma nos plantea a los futuros docentes la tarea de
“repensar nuestra posición en la enseñanza” (Acaso, 2009:177).
Acaso
plantea 4 ideas clave con respecto el currículum que sintetizo brevemente:
(Acaso, 2009:178):
-
Los currículums no reflejan la realidad
-
El inconsciente interviene en el proceso de
educación.
-
Saber que conocimientos son válidos y cuáles
no.
-
La educación debe alterar la realidad de
alguna manera.
En
definitiva, lo que se pretende es que el aprendizaje sea significativo, tal y
como puntualiza nuestra normativa vigente en educación. (LOMCE). Pero lo cierto
es que aún van quedando restos de modelos antiguos, tal y como dije al
principio, con palabras de Acaso, no es útil “lo de antes ahora”, porque la
sociedad va cambiando, las culturas se van mezclando, los entornos se hacen
diferentes y las experiencias de cada individuo también forman parte del
aprendizaje, y todo eso hay que tenerlo en cuenta.
Lo
define muy bien la autora cuando dice que: “El currículum es un sistema de
representación, es decir, que no es la realidad ni la verdad en sí misma, sino
una interpretación que alguien hace para algo” (Acaso, 2009:179). Y como en
muchos aspectos de la vida, no todos los alumnos y alumnas interpretan lo
mismo. Más aún cuando a artes plásticas nos referimos. Una vez en el recreo vi
como unas alumnas cantaban una canción alegremente cuando a mi me parecía
bastante triste, y me hizo pensar la forma en que cada persona tiene de
interpretar el mundo, y que eso hay que tenerlo en cuenta en educación.
Además,
también dice Acaso, que el currículum no es un documento sino experiencia de la
interacción de profesor y estudiantes. Lo que se hace en clase es fruto de la
experiencia de cada miembro del grupo, y cómo se comparten las vivencias y el
conocimiento. Me parece muy interesante esto que comenta la autora, ya que de
los docentes depende que el aprendizaje funcione, aunque el currículum contenga
los mismos criterios para todo los colegios, es el docente quien tiene que
hacerlo suyo junto con sus alumnos y alumnas.
Uno
de los términos más curiosos que emplea Acaso en el libro es el de “Currículum
Placenta”, y la diferenciación con el tradicional.
Según
Acaso (2009:182):
“Currículum
tradicional: sistema de interpretación de la realidad organizado por los grupos
de poder (Estado, multinacionales, escuela) que perpetúa la dependencia entre
enseñante y alumno a través del desarrollo de conocimiento importado.
Placenta:
Sistema de interpretación de la realidad organizado para luchar contra el poder
(Estado, multinacionales, escuela) que suprime la dependencia entre enseñante y
alumno a través del desarrollo del conocimiento propio o emancipado.”
Es
mediante el currículum placenta cuando se logra fomentar el espíritu crítico y
reflexivo del alumnado, que rechacen lo que es válido para su aprendizaje y lo
que no. El objetivo es formar a personas autónomas, que sean capaces de tomar
decisiones sin dejarse influenciar. Cuando habla de los medios de comunicación
y como se nos dice siempre que no creamos todo lo que nos dicen los medios es
porque tenemos que tener la capacidad de reflexionar y ser críticos, no
dejarnos manipular. Para ello la base hay que ponerla en la educación escolar,
ir dejando espacios al alumnado para pensar y tomar decisiones.
Para
concluir, la propia autora expone que no hay un método que sea 100 % efectivo.
“No es posible en ecuación aplicar un mismo método en todas las acciones
educativas porque todas las situaciones educativas son distintas debido a la
realidad espacio-tiempo y a las características de cada estudiante y su
inconsciente.” (Acaso, 2009:189) Y es lo que he comentado anteriormente, que
hay que tener en cuenta las circunstancias que rodea cada centro educativo y a
casa alumno en particular. Eso se va observando a lo largo de todo el periodo
de prácticas de la carrera.
Una
de las mayores satisfacciones de hacer prácticas es poder aprender de diversos
colegios, distintos alumnos y alumnas que viven en barrios diferentes y con
situaciones familiares desiguales. Y también se genera ese miedo al no saber
qué tipo de alumnado puedes encontrarte el día de mañana, porque no hay dos
clases iguales. Todo esto me crea una gran motivación por formarme, por seguir
aprendiendo de ellos y con ellos, porque el aprendizaje no es solo del
alumnado.
Este
libro, que parecía que me iba a adentrar al mundo de las artes plásticas, me ha
servido para repensar mi vocación docente. Ha tocado puntos conflictivos que me
han hecho pensar en la educación que yo quiero dar, y no sólo en artes
plásticas, sino en todas las materias escolares.
Referencias:
-Acaso, M. (2009). La educación artística no son manualidades: Nuevas prácticas en la enseñanza de las artes y la cultura visual. Madrid: Los libros de Cataratanda
En mi clase, todos los días se mandan tareas para casa, es lo primero que se realiza al llegar a clase, después de rezar. El profesor, explica cada una de las fichas que como mínimo son dos cada día, menos lunes y martes, porque su horario escolar continua en la jornada de tarde y sería excesiva la carga de deberes. Desde mi punto de vista y para un alumnado de tan corta edad, esos deberes son excesivos, yo como futura docente recomendaría leer en casa y sobre todo después de una jornada escolar tan intensa, descansar, son niños y niñas en edad de jugar y relacionarse con la sociedad, no llegar a casa y tener que realizar las tareas propuestas por el profesor.
Referencias:
-Acaso, M. (2009). La educación artística no son manualidades: Nuevas prácticas en la enseñanza de las artes y la cultura visual. Madrid: Los libros de Cataratanda
-Gardner, H. (1998).Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica. Barcelona: Paidos Ibérica.
-Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa, I (2013)
¿SON EFICIENTES LOS DEBERES?
Durante estas semanas han aparecido numerosos ejemplos en prensa sobre la necesidad de unas tareas escolares justas. Expertos en educación coinciden en reducir la carga de deberes a nuestro alumnado español como son: Azucena Caballero, Rafael Feito o Ignacio Calderón.
Según Eva Bailén, una madre de Madrid, ha grabado con ayuda de change.org. sobre un experimento laboral de una persona, en el que se detalla claramente la carga excesiva de deberes para nuestro alumnado que no tiene tiempo para realizar distintas actividades aparte de deberes.
La carga de deberes de nuestro alumnado depende fundamentalmente del centro escolar o del docente que le corresponda. A veces, nos encontramos una familia con alumnado en distintos cursos y hay diferencias entre unos y otros, lo que esto conlleva a que el alumnado no comprende por qué él/ella tiene tantos deberes y no puede descansar ni jugar como el resto de hermanos/as. Es de decir también, que en algunos centros se les da un tiempo para realizar los deberes y mucho del alumnado no aprovecha este tiempo para ello.
Esto puede provocar al alumnado síntomas de ansiedad y necesidad de asistencia psicológica ya que supone una gran frustración, que quiere terminar los deberes y no tiene tiempo para ello. Se ha comprobado en algunas estadísticas que el alumnado necesita un tiempo de descanso porque sino su rendimiento empeora y el cansancio no le permite seguir con sus deberes.
Ejemplo de tareas para realizarlas en casa. |
Referencias:
- Jan, C. ( 2015, 14 de mayo). Deberes, ¿rutina necesaria o condena?. Recuperado de http://politica.elpais.com/politica/2015/05/13/actualidad/1431523305_412764.html
- R. Sanmartín, O. (2015, 29 de enero). Cargados de deberes. Periódico El Mundo. Recuperado de http://www.elmundo.es/espana/2015/01/29/54c7df07ca4741d9398b456d.html
- Gutiérrez, F. (2015, 2 de noviembre). Una revolución educativa llama a la puerta de las aulas. Periódico El Sur. Recuperado de http://www.diariosur.es/malaga/201511/02/revolucion-educativa-llama-puerta-20151101232147.html
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